viernes, febrero 11, 2011

COMPETICIÓN Y COMPETIVIDAD

Con la que está cayendo sobre este país, es más que probable que las noticias sobre los casos de presuntos dopajes de deportistas españoles carezcan en realidad de mucha importancia. Es un tema menor. Sin embargo, resulta significativo comprobar, a la par que penoso, como también el el deporte el dinero y el ánimo de lucro lo ha contaminado todo.

Y, dicho sea de paso, me congratula enormemente que el genio que preside nuestro Gobierno diga que no hay base jurídica para sancionar al ciclista Alberto Contador. Se vé que tiene conocimientos de todo y puede opinar sobre cualquier tema sin problema. ¡Que maravilla!

Al margen de culpabilidades o inocencias, que dejaremos dictaminar a los tribunales, es evidente que en España hay un problema muy serio con el asunto del dopaje. Y, además, en mayor o menor medida afecta a todos los estamentos: los médicos, los propios deportistas, las autoridades deportivas y las ¡como no! a las empresas patrocinadoras.

Cuando veo, sin ir más lejos, los trazados de esas carreras ciclistas por etapas, especialmente las de España y Francia, con subidas a puertos de categoría especial, que suponen un esfuerzo terrible para los corredores, me pregunto si realmente es necesario semejante disparate.

Una jornada con cuatro puertos de primera, con lluvia, con frío, en condiciones penosas, ¿es realmente una necesidad?

¿Qué se pretende con ello? No sé si es demostrar la fortaleza de alguien, dar más emoción a la competición, o lograr más audiencia en una TV, y de paso más dinero por publicidad, a costa del esfuerzo de otros.

Evidentemente los medios de comunicación -asilvestrados- contribuyen a magnificar todo esto; hablan de etapas del siglo, partidos del milenio, grupos de la muerte, rivalidades feroces.

Da la impresión de que esa deseada competitividad de la que se habla tanto, no sólo es para el mundo del trabajo, sino para todos los ámbitos de la vida y, si no eres competitivo, eres inservible.

La conclusión es que es ha adulterado la competición; ya no se trata sólo de participar en un vuelta ciclista, en el tour, el giro... Ahora además hay que ganar a todo trance porque los equipos se juegan mucho dinero. Y ese es el problema.

Que se haga más visible en unos deportes que en otros no quiere decir que la cuestión tenga más relevancia en el ciclismo que en el fútbol.

Hace años se descubrió como atletas de la República Democrática Alemana y de otros países del este de Europa usaron sistemas de dopaje para resultar más competitivos. Se achacó a la ferocidad de los regímenes comunistas y su desprecio por las personas.  Hoy lo vemos en nuestro propio país y casi pasamos de puntillas.

Es muy cierto que con la enorme cantidad de problemas que tenemos sobre nuestras cabezas y los que nos amenazan, ésto carecerá de mucha importancia, pero no deja de ser decepcionante y triste.

domingo, febrero 06, 2011

LA DIFICIL CUADRATURA DEL CIRCULO (INFERNAL)



Me ha enfadado mucho el acuerdo que los sindicatos UGT y CCOO han firmado con el Gobierno del felón y con la CEOE para alargar la vida de jubilación y recortar la cantidad a percibir por quienes se jubilan. Es un acuerdo regresivo impuesto por los mercados y,  si a alguien la cabía alguna duda,  no hay más que ver quienes están satisfechos y aplauden.

Pero,  también me ha sorprendido,  y mucho,  la reacción oficial de Izquierda Unida, expresada por boca de su coordinador general Cayo Lara, quien pretende exculpar a una de las partes firmantes de semejante acuerdo.  Es como intentar cuadrar un círculo, en este caso, un círculo infernal.

No sé que debate se habrá producido en IU sobre este asunto, y a cuántos se habrá consultado sobre el mismo, pero eso de saludar el acuerdo para después decir que se van (nos vamos) a movilizar contra él, es, cuando menos, contradictorio.

Va a ser muy difícil convencer a los ciudadanos de que el acuerdo sólo es consecuencia de la actuación del gobierno,  sobre todo, cuando a la euforia general,  se han sumado UGT y CCOO de forma absolutamente innecesaria,  con un gran ritual, declaraciones altisonantes y fotos vergonzosas.

Es muy posible que a la larga la ciudadanía se quede absolutamente desconcertada ante semejante actitud, sobre todo,  si no se le cuenta la verdad pura y dura y se pretende disimular la realidad con cantos de sirena de empleos activos y acuerdos energéticos, que están en el limbo.

Me pregunto si alguien en IU cree que criticar abiertamente una decisión de los sindicatos, aunque haya sido apoyada por la mayoría, no sé si lo habría hecho la base, es una traición a la clase trabajadora. 

Estoy convencido de que los dirigentes sindicales no son en absoluto infalibles y, como cada quien, pueden equivocarse.

Y,  precisamente,  del error es del que hay que aprender para, en la medida de lo posible, no volver a tropezar en la misma piedra por segunda vez. Y digo esto  porque las agresiones va a continuar.

Nos extraña desde la izquierda, que una buena parte de los ciudadanos vean en el Partido Popular, el relevo necesario al gobierno del felón. Es una perspectiva terrible.

Y me pregunto también si en buena medida, eso no es consecuencia de intentar justificar lo injustificable, de pretender salvar la cara de quienes han entregado la nuestra y de tapar los errores con salutaciones absurdas de acuerdos impresentables.

Coincido con Javier Madrazo en el deseo de que los ciudadanos no caigan en la trampa del PP y miren a la izquierda en las próximas convocatorias. Pero también me gustaría que la izquierda ofreciese a la ciudadanía esa coherencia que hoy, en tiempos de traiciones, es tan necesaria.

Que nadie haga una interpretación torticera de lo que escribo: en absoluto se trata de descalificar genéricamente a los sindicatos pero, si de poner blanco sobre negro, en lo que en mi opinión ha sido un grave error.

Me molesta muchísimo que ante un tema de tanta trascendencia no se haya provocado un debate amplio, serio y riguroso, del que saliera una posición que pudiera ser avalada por una mayoría suficiente. Me molesta que los dirigentes suplanten a los militantes.