Parece que en el diario El País han
adelantado el carnaval y han pretendido disfrazar como un error, gran error, lo que no es más que una manipulación infame que
pretendía ser una gran información y que ha dejado su credibilidad bastante en
entredicho. Un “error” que debería hacer reflexionar profundamente a
los editores de un periódico que fue durante años un verdadero referente de
seriedad para muchos ciudadanos.
Es malo en periodismo (y en general) dejarse llevar por las
fobias o filias personales; lo vemos
cada día en varios periódicos, más
parecidos a panfletos, con portadas
insultantes que pretenden descalificar todo aquello que se sale de su particular ortodoxia. Llegan al extremo, sin que pase nada, de hacer acusaciones gravísimas
que muchas veces quedan desmentidas por la realidad. Con impunidad publican nombres de personas para difamarlas.
Francamente de El País se podía esperar algo más.
No es un secreto que para la cabecera del
maltrecho Grupo Prisa el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, es un auténtico enemigo público. Lo demostraron ya hace tiempo, en 2002, con un episodio
rocambolesco en el que quedaron al descubierto sus cartas. Dieron por derrocado al presidente de ese país, sustituido por un tal Pedro Carmona y después tuvieron que rectificar a toda
máquina. Se la tienen jurada.
Quienes me conocen personalmente, algunos son seguidores de este blog, saben de sobra que mi simpatía por el líder de
la revolución bolivariana es muy escasa. Hace un tipo de política que me desagrada
profundamente y el hecho de que se haya enfrentado al imperialismo de EEUU no
lo convierte en un icono de la Izquierda, al menos para mí. Sencillamente no me gusta en
absoluto.
Pero, además
de persona de izquierdas, soy
profesional o pretendo serlo, de la información y siempre he intentado dejar
mi ideología lo más separada posible de lo que es la noticia pura y dura. Otra
cosa es si tengo que escribir un artículo de opinión o, como me ha sucedido en algunas ocasiones, algún editorial Es ahí donde expreso claramente mi posición o
la del grupo para el que ocasionalmente trabajo, siempre y cuando no vaya contra mis principios. La noticia en sí misma es neutra. La forma de contarla no.
El caso es que El País dio por buena una foto
de Chávez entubado en contra de todos los principios de responsabilidad
informativa; sin haberse cerciorado
suficientemente de la veracidad de la misma y de la fiabilidad de la fuente, que
son dos de los elementos imprescindibles de cualquier
informador. Sencillamente han incumplido su propio código de conducta que,
precisamente, fue para muchos de
nosotros pauta a seguir durante años.
Y el hecho de que en Cuba no se facilite
información sobre ese asunto, lo que es absolutamente lógico, no los disculpa. Si no es fiable la información sencillamente no se da y punto. Eso fue su norma durante mucho tiempo.
Tanto es así que, si este periódico publicaba alguna noticia
conflictiva, la mayoría dábamos por
buena su versión porque sabíamos que había pasado una serie de filtros que
hacían casi imposible, no el fallo, que es humano, sino la burda manipulación.
Su odio e inquina contra Chávez, en la que no
entro, les ha llevado a este desastre
del que no basta salir con unas disculpas y el reconocimiento del error. Hay que pedir serias responsabilidades por lo
sucedido.
Pero hay más y aún más doloroso. Incluso aunque la foto hubiera correspondido
al presidente bolivariano, personalmente
me produce una repugnancia intelectual y ética absoluta esa violación de la
intimidad de una persona en la hora de la enfermedad, en la hora del sufrimiento.
Constituye una falta de respecto de tal
calibre que, al final, es un daño mucho mayor que el posible error sobre la foto.
Porque aquí ya no se trata de una cuestión informativa,
sino de todo lo contrario. Se trata de falta absoluta de moralidad que insulta a millones de ciudadanos venezolanos, a la
familia y amigos del presidente y un insulto a la profesión periodística. Es la
manipulación llevada a su extremo más bochornoso.
¿Puede alguien en ese periódico explicar que aporta informativamente sobre la enfermedad de Hugo Chávez esa foto? ¿No se parece a las fotos que el yernísimo le hizo a Franco moribundo que fueron tan criticadas? ¿Puede explicar El País que ha cambiado entre un caso y otro?
El País, que fue referente se ha convertido
de la noche a la mañana en un diario amarillento y sensacionalista de la peor
especie.
7 comentarios:
De acuerdo contigo. Tanto con tu opinión sobre Chavez como, por supuesto, en lo que significa el espectáculo degradante que ha ofrecido el citado periódico. ¿Hemos llegado al periodismo del "todo vale" iniciado por TV y continuado por los medios más serios? A veces me lo pregunto.
Para informar con seriedad habría que dejar a un lado los pensamientos propios y basarse en la realidad sin manipularla.
Un saludo.
Curiosamente, esa misma foto fue rechazada por "El Mundo".
Totalmente de acuerdo, Txema.
Y de forma muy especial, en lo relativo a la publicación de una fotografía de ese tipo. Pura víscera inmoral.
Un petó ben fort.
Como bien dices es puro odio a Chávez. Por encima de buscar la verdad y del respeto a sus lectores.
Salud y República
Gracias por vuestra visita y comentarios.
Saludos
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