viernes, noviembre 28, 2014

VOTARÉ A TANIA SÁNCHEZ





El próximo domingo  se celebrarán unas primarias importantes  para el futuro de la Comunidad de Madrid; las primarias por las que Izquierda Unida (IU) va a elegir mediante el voto directo de los miles de afiliados y simpatizantes que así lo deseen, a los candidatos o candidatas que van a representar a la Organización en las próximas elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo.

Creo que antes de haber dado este paso tan importante, se debería haber reflexionado más y con bastante profundidad sobre las consecuencias del mismo. No se trata por mi parte de un rechazo frontal a las primarias, sino más bien un cuestionamiento de cómo se ha hecho el proceso previo; precipitación y poco debate han ocasionado situaciones que son escasamente deseables y que a veces rozan el esperpento. 

Es de esperar que,  de cara a otros eventos, la experiencia de estas primarias sirva de ejemplo para corregir los fallos que han existido.

Dicho esto, quiero  señalar, desde el más absoluto respeto a los otros dos candidatos de IU,  que voy a votar a Tanía Sánchez Melero porque considero que es la mejor candidata que IU puede ofrecer a los ciudadanos/as de esta Comunidad en las actuales circunstancias.

Y es,  precisamente, este hecho el que me parece de la mayor trascendencia porque es a la ciudadanía a la hay que ofrecer lo mejor de cada organización; no se trata de una votación de orden interno, se trata de pensar en que hay millones de personas que están a la espera de soluciones para sus problemas de cada día.

Y considero, con toda modestia, que es la alternativa más solida que puede representar, en mi opinión, el rearme social, político e ideológico que necesita Madrid.

Se me podrá decir, y posiblemente sea cierto, que en IU hay personas de enorme valía, de gran talla política. No lo dudo pero, de nada sirven esas virtudes, si no se da el paso al frente necesario para encabezar una tarea que, con toda seguridad, va a ser muy difícil de afrontar.

Es muy posible que esos compañeros y compañeras hayan entendido que no se trata ahora de ganar posiciones en lo interior, de reparto de cuotas de poder, de fortalecer a tal o cual facción o corriente, sino de dedicarse a solucionar problemas muy urgentes.

Y,  por ello, es por lo que Tania (al igual que lo estarían los otros candidatos) debería surtirse querida y arropada por la Organización y no ser zancadilleada por quienes no quieren su elección.

Estos, cuyos nombres están en la mente de todos, actúan con una actitud muy típica de este país y que tan nefastas consecuencias ha tenido a lo largo de su historia: En España se suele votar contra algo o contra alguien, incluso aunque se perjudique a la mayoría.

Tania Sánchez, a la que conozco hace bastantes años, sabe perfectamente que en muchas ocasiones conincidimos, en otras no tanto,  y en varias tambien discrepamos abiertamente. Es, casi siempre, una discrepancia más en las formas y en los plazos, que en lo sustancial, pero es discrepancia al fin.

Pero sería un necio absoluto si esas discrepancias, insisto a veces sonoras, me llevaran a torpedear la posibilidad de que fuera nominada en las elecciones del domingo.

Por esa razón es lamentable la campaña de desprestigio que se ha lanzado contra ella, basada en rumores, sin un solo argumento y cayendo en una actitud ruin.

Se podría esperar est de la caverna, de la derechona y sus acólitos mediáticos pero no de quienes dicen darlo todo por IU.

Por eso votaré a Tania Sánchez, porque la ciudadanía merece algo mejor de lo que se les ha dado hasta ahora.



martes, enero 14, 2014

LA COMEDIA DE ESTRASBURGO, UNA BURLA A LA CIUDADANÍA



En mayo se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo. Un hecho que, visto lo visto, no pasa de ser una especie de brindis al sol, de comedia bufa,  porque dicho Parlamento no tiene el más mínimo poder y,  por lo tanto,  esa “fiesta de la democracia” se convierte en una burla cruel para una Europa asolada por el capitalismo salvaje (no hay otro).

Por tanto,  en estas circunstancias, es lícito plantearse si es conveniente participar en esa ceremonia absurda y legitimar, de alguna forma se hace así, todo ese tinglado inútil que, además, reproduce casi de forma calcada el bipartidismo entre la derechona popular y la socialdemocracia entreguista que hay en la mayor parte de los países. Las dos muletas que sostienen la bufonada (tomo la idea de las muletas de Felipe Alcaraz).

Sería esta, en mi opinión, una reflexión necesaria. El boicot a ese parlamento, en tanto en cuanto, siga sin representar verdaderamente a los ciudadanos.

No parece, sin embargo, que exista mucho interés por abrir esa reflexión y, desde ahora mismo, incluso los partidos de la denominada izquierda consecuente ya van perfilando estrategias, posibles alianzas y, en definitiva,  candidaturas para esa institución estéril y, encima, muy costosa para los europeos.

Habría que dejar claro, desde esa izquierda, que la asistencia a Estrasburgo, una de las sedes del Parlamento, se hace solo para que su voz sea escuchada y que se utilice el altavoz, a veces menguado, que supone esa tribuna para denunciar sin cesar todo el artificio y la hipocresía que supone esa institución.

Habría que señalar que, en tanto en cuanto sean poderes alejados de los ciudadanos como la troika,  que han barrido la democracia y los derechos civiles y sociales de la ciudadanía, esas elecciones son una farsa. Que ese parlamento se ve superado por los poderes fácticos encarnados por quienes deciden en realidad: el capitalismo financiero mundial, llamados también mercados,  que imponen leyes y cambian gobiernos.

No sirve de nada elegir representantes, y esto vale igualmente para las convocatorias nacionales, si después cualquier gobierno salido de las urnas puede ser derribado por unos tecnócratas so pretexto de una crisis que ellos mismos, los mercados, han provocado.  Eso, por usar una frase muy conocida, es como poner a la zorra el gallinero.

Mientras ese parlamento esté dominado por los representes de los partidos que apoyan este sistema capitalista, y ahora vemos que el SPD se ha unido a la Merkel para gobernar en Alemania, no habrá nada que hacer. Y, sinceramente, no creo que el panorama invite al optimismo sobre un vuelco electoral.

Por lo tanto,  hay que decir a los electores que no se hagan la más mínima ilusión porque el poder no reside en esa institución por ellos elegida, como debería ser, sino en grupos que, elegidos por nadie, se imponen a parlamentos, a gobiernos y arruinan a pueblos enteros.

Ahora, en vísperas electorales, el Parlamento Europeo parece que se entera de las consecuencias que han tenido las medidas de austeridad germánicas ¡Ahora, tras seis años sin hacer la más mínima objeción!
Casualmente en este momento en el que empezarán las campañas electorales se reacciona con informes., ¡A buenas horas! Cuando la desigualdad alcanza un nivel inadmisible, con una cifra insoportable de desempleados, con los jóvenes absolutamente desanimados, con leyes restrictivas del derecho a la protesta. ¡Ahora se enteran de todo esto!


En mi opinión la verdadera obligación de la Izquierda consecuente es denunciar a ese Parlamento y ponerlo en evidencia ante la ciudanía sin la más mínima concesión y, evidentemente, tratar de persuadir a cuantos más mejor de la necesidad de cambiar la correlación de fuerzas en esa institución caduca.  

lunes, enero 06, 2014

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS EN RIVAS VACIAMADRID*



Somos muchos los que asistimos estos últimos días, con gran preocupación, a los acontecimientos de Rivas Vaciamadrid, donde el gobierno municipal de Izquierda Unida ha entrado en una profunda crisis como consecuencia de una posible inadmisible gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda  y que ocasiona una “terremoto” político  donde no han faltado ceses decididos por el alcalde que está enfrentado a su organización.

A la gravedad del asunto, la presunta corrupción en sí misma, hay que sumar que afecta al que ha sido durante años en ayuntamiento ejemplar de la gestión de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid; un tipo de gobierno que servía de ejemplo para otros y que demostraba que,  desde la Izquierda, se podía combinar la participación democrática ciudadana y buena gestión. De hecho, esta gestión ha tenido un soporte abrumador con una mayoría muy por encima de lo que corresponde la Asamblea local.

Surge necesariamente la duda: ¿Ponen estos hechos en cuestión el modelo? La respuesta es compleja y no puede ser categórica pero, lo que si es cierto, es que algo ha fallado cuando parece que no se ha detectado a tiempo lo que estaba ocurriendo.

Se nos dirá con razón que las corruptelas, cuya existencia deberá ser dirimida en los tribunales, son obra de personas a título individual pero,  a veces, determinado tipo de gestión  es más proclive a facilitar conductas reprochables y,  por tanto, se debe extremar la vigilancia.

Esto no supone en absoluto que el modelo sea malo y haya que liquidarlo, como seguramente se pretenderá desde otros ámbitos, sino que se ha detectado una  imperfección que corregir de inmediato y con firmeza.
Parece claro que no es tarea sencilla porque quienes deberían empezar por dar ejemplo, una vez más, se aferran al cargo y torpedean con su actitud la resolución política del problema, tal y como corresponde a su compromiso con una organización y con la ciudadanía.

Pero,  esta crisis,  tiene otras consecuencias sobre las que convendría reflexionar: por un lado está en cuestión la autonomía del gobierno municipal respecto de la organización que lo sustenta y de otro,  vinculado al primero,  la capacidad de la organización para intervenir en cuestiones de la gestión municipal. Dos temas que me parecen importantes.

Sobre la primera cuestión debo decir que los gobiernos de los ayuntamientos deben tener suficiente autonomía respecto de quienes orgánicamente los sustentan por una razón que creo de sentido común.

La gestión de estos gobiernos, en esta fase de la democracia, se hace para todos los ciudadanos y no solo para los que han apoyado en un momento concreto un programa determinado.  Es  evidente que, incluso cuando se goza da una gran mayoría, como es el caso, no todos los apoyos provienen de militantes activos, afiliados o simpatizantes de la organización que gobierna. Muchos prestan su apoyo coyunturalmente.

Y, sobre todo, creo que la gestión del municipio no debe estar sujeta a las posibles desavenencias, por decirlo de una forma suave, que puedan afectar a la organización,  porque ello causaría un serio problema de gobierno a todos en general, como se ha demostrado históricamente.

Pero ¿qué pasa si es al revés?, es decir, ¿si es el propio equipo gestor el que entra en una seria crisis que afecta a la gobernanza y la pone en serio riesgo de paralización?

Resulta evidente, en mi opinión, que la organización tiene el deber de intervenir de forma rápida, clara y contundente para que los ciudadanos sepan desde el primer instante cuál es su posición, qué se va a hacer y para que les quede meridianamente diáfano que se va a defender el programa electoral en el que confiaron que debe ser el primero de los objetivos. Este es un deber inexcusable.

Sería osado pensar que todo el apoyo electoral se debe solo a un programa. Sabemos de sobra que los nombres, las personas elegibles,  tienen un peso significativo a la hora de tomar la decisión por parte de los electores. Pero esto no debe de ser óbice ni cortapisa para poner blanco sobre negro y explicar todo claramente con las consecuencias que tenga que, desde luego en caso alguno, no van a ser buenas.

Sin embargo, la alternativa es aún mucho mayor: la decepción, el descrédito y la utilización de estos dos factores por quienes quieren aprovechar hechos muy concretos para arrasar con la gestión desde la Izquierda.

*Evidentemente estas reflexiones las hago a título meramente personal y representan únicamente mi posición frente a este problema, sin que quieran ser nada más.